
Podemos empezar el relato desde el momento en que unos valientes estudiantes deciden exponer sus ideales al país, y no mediante cualquier medio, pero en cadena nacional desde
Pero ¿qué sentido tiene dar una lección moral a un sector de la población que decide abrirse a escuchar un mensaje? ¿Qué sentido tiene desaprovechar los medios que nos brindan para cumplir con nuestro objetivo? ¿Es que acaso el orgullo nos aleja una vez más de nuestra meta? ¿Es que acaso sí somos una cuerda de carajitos que no sabemos lo que queremos? La oportunidad se perdió, y la lección moral se la quedaron estos estudiantes y algunos medios de comunicación que decidieron aplaudir la acción tomada, y con ellos seguidores de los estudiantes y los medios.
Pero digamos que tuvieron razón, digamos que el orgullo y la moral están por encima de muchos otros factores. Pasemos entonces a la continuación del movimiento, es decir, el final de las vacaciones, momento en el cual este movimiento estudiantil regresa con mayor fuerza y organización. Un mayor número de universidades se une, y con ellas un mayor número de estudiantes. Ahora, enfrentados con mucha fuerza a un proyecto de reforma constitucional.
Las acciones dan inicio, y con esto las marchas que nos llevan a los diferentes Poderes Públicos para solicitar más tiempo para llevar a cabo la reforma. Más tiempo porque la población, en un mes, no puede leerse un proyecto de reforma.
Ahora, sabemos que existe cierto grupo de la población que probablemente necesita soporte para entender algunos artículos. Pero sabiendo cómo se manejan las cosas en este gobierno, sabiendo que podríamos hacer millares de collares con las bolas que le paran a aquel que quiera ir en contra de sus proyectos. ¿Tiene sentido seguir pidiendo que pospongan el referendo? ¿Tiene sentido seguir invirtiendo tiempo en estas acciones? ¿Es que acaso no sería más inteligente organizarse en el país, y soportar a la población en el proceso de entendimiento de la reforma? ¿Es que acaso no contamos con el apoyo de universidades de todo el territorio nacional? ¿Es que acaso nuestro interés no es asegurar que la población tenga el conocimiento necesario para dar un voto entendiendo por lo que vota? ¿Es que acaso vamos a exponer de nuevo la excusa que dice: si ese no es mi rol por qué he de llevarlo a cabo? ¿Vamos a seguir esperando porque el gobierno siga instruyendo a la población en los beneficios que trae la reforma, sin un punto de vista imparcial? ¿No ha llegado la hora de tomar acciones que realmente generen un impacto en esa población que realmente necesita de nuestro soporte para entender lo que sucede en el país?
Pero supongamos de nuevo que el movimiento tiene razón, llevar a cabo estas acciones le va a permitir a los estudiantes demostrarle a la comunidad internacional, y al resto de Venezuela, que aquí está el grupo de estudiantes listo para exigir derechos. Vamos entonces a otras acciones tomadas por nuestro gran movimiento estudiantil.
Hablemos de trancar las universidades y generar la suspensión de clases. El esfuerzo ha sido enorme, podemos hablar de estudiantes en las entradas de las universidades con pancartas y consignas, pupitres volteados en los salones y en las puertas de los mismos, pupitres en los pasillos fuera de los salones y en las plazas de las universidades, cintas adhesivas bloqueando las entradas y demás propuestas creativas que le permitan a este grupo de estudiantes impedir que sigamos estudiando. Sin embargo, me vuelvo a preguntar, ¿es que acaso Chávez,
En fin… mi idea es simplemente exponer las razones por las cuales no soy partícipe activo del movimiento estudiantil… Razones por las cuales no creo en el objetivo de este grupo de estudiantes, ni en las acciones que toman… Es exponer ideas que he escuchado, pero que nadie se atreve a decir por miedo a ser rechazado por sus compañeros.